Crear una empresa lleva consigo un riesgo que no todos los negocios consiguen superar generando deudas o impagos que pueden llevar a la desaparición de la empresa o a su reflotamiento, pero que, en cualquier caso, hay que gestionar.
El concurso de acreedores es una herramienta legal diseñada para gestionar situaciones de insolvencia ordenada de forma que se intente dar respuesta a los acreedores de forma equitativa.
No hay que perder de vista, que el año pasado, en 2023 el número de concursos de acreedores fueron 20.666, y este año 2024 se prevé un incremento significativo, pero ¿Qué es un concurso de acreedores?.
Concepto de concurso de acreedores
El concurso de acreedores es un mecanismo jurídico destinado a resolver situaciones de insolvencia en las que un deudor, ya sea una persona física o jurídica, no puede hacer frente a sus obligaciones de pago.
Este procedimiento permite que el deudor reorganice sus finanzas bajo la supervisión de un juez y con la intervención de un administrador concursal.
El concurso de acreedores está regulada en la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal, donde se establecen las normas y procedimientos para la declaración y tramitación del concurso de acreedores. Esta ley busca un equilibrio entre los intereses de los acreedores y la viabilidad del deudor.
Tipos de concurso de acreedores
Existen dos tipos principales de concurso de acreedores:
- Concurso voluntario, que es el iniciado por el propio deudor cuando reconoce su situación de insolvencia. Es una medida preventiva que puede facilitar una reestructuración ordenada.
- Concurso necesario, que es el solicitado por uno o más acreedores cuando el deudor incumple sus obligaciones de pago, como el impago de deudas significativas.
Fases del concurso de acreedores
El proceso del concurso de acreedores se desarrolla en varias fases, cada una con sus características específicas:
Solicitud y admisión
El procedimiento comienza con la solicitud de concurso por parte del deudor o los acreedores. Una vez presentada, el juez evalúa si se cumplen los requisitos para la declaración de insolvencia y, de ser así, admite a trámite la solicitud.
En este momento, se designa un administrador concursal que supervisará el proceso y se decreta la suspensión de las ejecuciones individuales de los acreedores sobre los bienes del deudor.
Fase común
En esta etapa, se realiza un análisis exhaustivo de la situación financiera del deudor.
El administrador concursal elabora un informe detallado que incluye la lista de acreedores y los activos y pasivos del deudor. Este informe es fundamental para determinar las posibilidades de viabilidad y las medidas que se deben adoptar.
Convenio
Durante la fase de convenio, el deudor y los acreedores negocian un acuerdo que permita la reestructuración de la deuda.
Este acuerdo, conocido como convenio concursal, puede incluir quitas, que son rebajas de la deuda reconocida y aplazamiento de los pagos. El convenio debe ser aprobado por una mayoría de los acreedores y ratificado por el juez.
Liquidación
Si no se alcanza un convenio, se procede a la liquidación de los activos del deudor para pagar a los acreedores en la medida de lo posible.
Esta fase implica la venta de los bienes y derechos del deudor, y el reparto del producto obtenido entre los acreedores según el orden de prelación establecido por la ley.
¿Cómo saber cuándo solicitar un concurso de acreedores?
La decisión de solicitar un concurso de acreedores debe ser bien valorada, si bien existen unas señales claras que indican la necesidad de iniciar el procedimiento:
- Incapacidad persistente para pagar deudas a su vencimiento.
- Acumulación de embargos o ejecuciones judiciales.
- Imposibilidad de obtener financiación adicional.
- Crisis de liquidez contínua que impide el funcionamiento normal del negocio.
Ventajas y desventajas del concurso de acreedores para empresas y autónomos
El concurso de acreedores puede tener un impacto en la continuidad de la actividad económica del deudor. Para las empresas y los autónomos, es crucial evaluar cuidadosamente la viabilidad del negocio antes de iniciar el procedimiento.
Ventajas del concurso de acreedores
- Permite la reestructuración ordenada de la deuda.
- Proporciona protección legal frente a las acciones individuales de los acreedores.
- Facilita la negociación de acuerdos de pago con los acreedores.
Desventajas del concurso de acreedores
- Puede generar desconfianza entre clientes y proveedores.
- Implica costes legales y administrativos.
- La liquidación puede resultar en la pérdida total de la empresa.
Y, ¿la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley Concursal ha experimentado varias reformas para adaptarse a las necesidades cambiantes del entorno económico. La más reciente modificación, conocida como la Ley de Segunda Oportunidad, introduce mecanismos para facilitar la exoneración de deudas a personas físicas, permitiendo un nuevo comienzo para aquellos que han fracasado empresarialmente o en su vida personal.
La ley también contempla medidas específicas para las pymes y los autónomos, con el fin de hacer el proceso más accesible y menos costoso. Estas medidas incluyen la simplificación de trámites y la reducción de costes asociados al procedimiento concursal.
En cualquier caso, si te encuentras en una situación complicada y crees que necesitas gestionar un concurso de acreedores y todos los trámites relacionados, te recomendamos contactar con un despacho de abogados mercantilistas especializado en derecho concursal.
Contar con el apoyo de profesionales puede ayudarte en este complejo proceso con mayor seguridad y un buen asesoramiento puede marcar la diferencia entre la supervivencia y la desaparición de una empresa.