Más comúnmente de lo que debiera, son muchas las empresas, en especial Pymes que pasan por acuciantes tensiones de tesorería. En un contexto actual de complicado acceso a financiación sin garantías. Una correcta gestión de la liquidez se convierte en la clave de la supervivencia de un negocio. Es por ello que, cualquier mejora en la rotación de cuentas por cobrar de la empresa, se vuelve indispensable.
Suele ser concepto utilizado en el mundo bancario y financiero. Se define como la proporción entre el total de ventas anuales a crédito y el promedio de cuentas pendientes de cobro. Cuyo resultado nos informará del número de veces que las cuentas por cobrar rotan durante un año comercial. Si lo que queremos es conocer los días o tiempo medio que debe esperar la empresa después de efectuar una venta para cobrar. Debemos de dividir los días en el año entre la rotación de cuentas por cobrar.
Lo que se pretende es calcular la velocidad con la que una empresa es capaz de realizar sus ventas a crédito. Es decir, el tiempo que tarda en convertirlas en efectivo.