¿Qué es el VAN?

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El VAN (Valor Actual Neto) es un indicador que nos permite analizar inversiones y tratar de evaluar la rentabilidad de las mismas.

A la hora de afrontar una posible inversión empresarial, el primer paso es la evaluación previa de ese propósito, tratando de clarificar dos temas muy importantes, su viabilidad y su rentabilidad, para decidir su ejecución.

La rentabilidad de un proyecto de inversión es precisamente lo que trata de medir cuantitativamente el VAN. Este método es uno de los más utilizados y conocidos a la hora de evaluar inversiones. Permitiéndonos determinar si la inversión cumple maximizar su rentabilidad.

El valor actual neto trata de cuantificar el proyecto de inversión de una empresa, generalmente en el medio y largo plazo, aunque se puede aplicar a otros de duración menor.

La fórmula para calcularlo es la siguiente:

En donde debemos conocer o estimar los flujos de caja anuales (Vt), o la diferencia entre ingresos y gastos netos que generará la inversión en el periodo de tiempo que consideremos (t), y sumarlos para conocer cuáles el flujo de caja total. Deduciendo a ese sumatorio el coste de llevar a cabo la inversión (I0) para conocer si esa inversión es rentable.

La otra variable fundamental de la fórmula es la tasa de descuento (k), que tendrá que ser actualizada cada año (t). Pero, ¿por qué debemos tener en cuenta esta tasa? Simplemente para saber qué nos ofrece nuestro proyecto de inversión en comparación con otro producto financiero más seguro. Por ello a nuestra inversión debemos de exigirle una rentabilidad mayor que la que nos proporciona la inversión en un producto seguro. Lo que se conoce como evaluar el coste de oportunidad, o bien tener en consideración, el valor de la mejor opción no realizada.

Una vez contempladas las variables y ejecutada la fórmula:

  • Si el VAN es mayor que cero, el proyecto será rentable y por tanto se llevará a cabo;
  • Si el VAN es negativo, ejecutar ese proyecto supondría pérdidas o en su caso menor rentabilidad que otra inversión más segura.
  • En caso de que el VAN sea cero, la rentabilidad de la inversión se corresponde con la rentabilidad mínima exigida, y por tanto es indiferente elegir la inversión o un producto de bajo riesgo con esa rentabilidad.

Ventajas del VAN:

La fórmula para calcular el VAN es sencilla y no requiere cálculos complejos.

Se tiene en cuenta el valor del dinero con el tiempo, por eso se puede aplicar perfectamente tanto a proyectos de larga duración como a proyectos de media y corta duración.

Desventajas del VAN:

Su cálculo supone que los flujos de caja anuales se reinvierten de nuevo en el proyecto de inversión, y con la misma tasa de descuento, lo cual no siempre tiene que ser así.

Siempre teniendo en cuenta que una mala estimación de los flujos de caja anuales puede suponer un cálculo erróneo del valor actual neto, pudiendo generar decisiones erróneas.

Con todo el VAN es un instrumento que nos proporciona bastante información acerca del plazo de recuperación, rentabilidad y viabilidad de una inversión. Aunque en la evaluación de un proyecto de inversión haya muchas más variables que analizar y tomar en consideración, como por ejemplo el tiempo que tardaríamos en recuperar la inversión inicial y su riesgo.

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