Una de las mayores preocupaciones de los empresarios actuales es tener elevados niveles de absentismo laboral. Se define como toda aquella ausencia o abandono del puesto de trabajo que tienen como consecuencia un incumplimiento del contrato de trabajo y en horas que corresponden a un día laborable.
El absentismo laboral tiene como consecuencia una serie de problemas relacionados con la productividad del personal, ya que es necesario remunerar a los trabajadores ausentes, de la calidad del servicio, que se ve reducida de forma significativa y, sobre todo, acarrea costes.
España es, junto a Suiza, uno de los países donde los trabajadores más se ausentan de su puesto de trabajo, con 11 días por empleado, según un informe de Adecco.
¿Cómo se mide el absentismo laboral?
El absentismo laboral se mide generalmente a través del conocido como índice de absentismo laboral (IAB). Es el porcentaje entre el número de horas de absentismo en una empresa y el número total de horas trabajadas en total por el conjunto de los empleados. Matemáticamente:
IAL = ( Nº total horas de absentismo / Nº total horas trabajadas ) x 100
Por ejemplo, si la totalidad de los empleados han faltado a su puesto de trabajo 1000 horas de un total de 20.000, el índice de absentismo laboral será del 5%. Evidentemente, cuanto mayor sea el índice, más preocupante será el dato, y mayor debería ser el interés de la empresa por conocer la razón por la que se producen tantas bajas.
Según el último informe de Adecco sobre absentismo, en 2017 este índice fue en España del 4,8%, uno de los mayores de los últimos años, y supuesto unos costes directos por contingencias comunes de 5.993 millones de euros a la Seguridad Social y de unos 5.065 millones a las empresas.
El factor de Bradford
El índice de absentismo laboral solo nos proporciona información sobre las bajas que se producen en la empresa, pero no nos dice nada de quienes son los empleados que más se ausentan de su puesto de trabajo, una información fundamental cuando de lo que se trata es de conocer las causas reales de estas bajas.
El factor de Bradford resuelve este problema, ya que se encarga de encontrar patrones y elementos repetitivos del comportamiento de los empleados de la empresa. Este indicador, por tanto, va más allá, ya que sirve para detectar al personal que destaca por la frecuencia de sus bajas o su duración. Se calcula de la siguiente manera:
Factor de Bradford = n^2 x d
En esta ecuación, n equivale al número de bajas de cada empleado durante un período determinado y d la duración en días de las sumas de cada una de estas bajas.
En líneas generales, estos son los índices más utilizados para medir el absentismo, pero no son los únicos. Cada empresa tiene sus particulares problemas que requieren de mediciones específicas, para las cuales incluso pueden llegar a utilizar indicadores propios que midan el desempeño de sus empleados en lo que a absentismo se refiere.
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