¿Es mejor ser autónomo o constituir una sociedad?

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A la hora de plantearse el inicio de un negocio o proyecto emprendedor las ideas y las ganas para llevarlo a cabo son ilusionantes. Sin embargo, suele ser habitual, dudar en la forma legal que darle al negocio. Empezar como autónomo o constituyendo una sociedad de responsabilidad limitada suele ser la gran pregunta.

Lo primero que deberías de preguntarte es ¿Qué quieres emprender?

Porque en función de la respuesta a esta pregunta podremos analizar qué es más conveniente. Darte de alta como autónomo o registrar una sociedad. Por lo general, si la idea de negocio requiere de una fuerte inversión y dimensión, es mejor que te constituyas como Sociedad de responsabilidad limitada, para proteger tu patrimonio personal en caso de un fracaso. Sin embargo, si tu idea de negocio es más simple, es más recomendable que empieces como autónomo.

Pero lo anterior es una regla muy genérica que se necesita matizar y analizar con mayor detalle, a la hora de optar por constituirse como autónomo o Sociedad. A continuación intentaremos dar una opinión más concisa, para la toma de decisiones:

La Responsabilidad.

El empresario individual, o autónomo responde con su patrimonio individual frente a las deudas con terceros. Mientras que el emprendedor de responsabilidad limitada, protege su patrimonio frente a terceros.

La constitución

Para constituir una Sociedad Limitada, es necesario realizar numerosos trámites, como por ejemplo el otorgamiento de escritura pública ante notario. Requisitos legales para poner en marcha el negocio, que además de no ser sencillos, suelen implicar un desembolso económico, a veces, considerable.

Sin embargo, para darse de alta como autónomo solo es necesario rellenar algunos modelos, por lo que los trámites como puedes ver son mucho más sencillos y fáciles de realizar.

Costes de gestión

Las Sociedades Mercantiles, tienen una serie de obligaciones contables y de gestión mucho más estrictos que los de los autónomos. Lo que implica una serie de conocimientos en la materia o la contratación de gestores especializados para que lleven toda la contabilidad de la empresa. Los costes en contabilidad de un autónomo son mucho menores y puedes encontrar asesorías que se encarguen de todas tus obligaciones legales por un coste mucho menor.

Aportación económica

La creación de una sociedad limitada requiere como mínimo reunir un capital de 3.000 euros, mientras que como autónomo no se requiere reunir un solo euro para iniciar el negocio. Si bien es cierto que todo proyecto implica una inversión que se podría capitalizar o no, en función de la elección deseada.

Impuestos

Los autónomos tributan a través del IRPF que es un impuesto progresivo, mientras que las Sociedades Mercantiles lo hacen a través del Impuesto de Sociedades, que es un impuesto de tipo fijo.

Para rentas bajas, un autónomo tributará menos y por tanto pagará menos que una sociedad limitada. Pero si los ingresos se incrementan y también las ganancias, se produce el efecto contrario y los autónomos pagarán más debido al efecto progresivo del IRPF.

Esto provoca, que llegado a cierto nivel de ingresos, merezca la pena la constitución de una Sociedad limitada y, de esta manera, no dejarse la mayoría del sueldo en el pago de impuestos.

Financiación bancaria

Para acceder a la financiación bancaria lo más importante son las garantías presentadas o un aval. Con todo, las sociedades de responsabilidad limitada al tener unos requisitos más estrictos que los de los autónomos, cuentan con una mayor facilidad para el acceso al crédito bancario.

Las sociedades ofrecen una imagen comercial más consolidada ante terceros y en especial hacia los clientes y proveedores. Además si en tu negocio necesitas o se prevé que seas proveedor de grandes compañías. Deberás constituirte como sociedad, ya que la mayoría de  multinacionales sólo subcontratan a sociedades.

¿Cuál sería la decisión correcta, autónomo o sociedad de responsabilidad limitada?

Como hemos visto con carácter general, si tu negocio es sencillo en aras de evitar costes innecesarios, y previa validación de la viabilidad del mismo. Lo más usual y recomendable es darse de alta como autónomo y establecerte fiscalmente como tal.

Si el negocio se consolida y empiezas a generar una mayor fuente de ingresos, es el momento aconsejable para constituir una Sociedad Limitada. Que dotará a tu negocio de una menor presión fiscal, un carácter más serio y competitivo y una gestión más profesionalizada.

Para finalizar, lo anterior no debe de ser una regla a seguir, sino un consejo general. Lo más importante es saber lo que se quiere emprender y también dejarte asesorar para intentar empezar de la mejor manera y sin sobresaltos. Desde luego si la idea de negocio es arriesgada o puede serlo, lo mejor es limitar el riesgo de tus bienes.

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