Publicado el 09/10/2025 a las 11:19 am. Última actualización el 20/10/2025 a las 03:01 pm
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Saber si «puedo negarme a entrar en un ERTE» es una de las consutlas que más hemos recibido. En los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia del COVID-19, el término ERTE se ha hecho muy común en el ámbito laboral español. Muchos trabajadores y trabajadoras se han visto afectados por este tipo de medidas y, en ocasiones, surgen dudas sobre si es posible o no negarse a formar parte de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo. En este post te explicamos en detalle qué es un ERTE, cómo funciona, y si un trabajador tiene la posibilidad legal de oponerse a él.
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¿Qué es un ERTE?
Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una herramienta legal contemplada en el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores. Permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo o reducir la jornada laboral de sus empleados debido a causas justificadas, como razones económicas, técnicas, organizativas, productivas o por fuerza mayor.
Para los casos de fuerza mayor, la autoridad laboral tiene un plazo de cinco días hábiles para resolver la solicitud, lo que agiliza el proceso. En situaciones motivadas por razones económicas, técnicas u organizativas, el plazo de resolución puede extenderse hasta siete días hábiles.
A diferencia de un despido, el ERTE tiene carácter temporal, lo que significa que, una vez superadas las circunstancias que lo motivaron, los trabajadores deben reincorporarse a sus puestos de trabajo en las mismas condiciones anteriores.
¿ERTE consume paro?
Sí. En el régimen actual, la prestación que cobras por ERTE consume tu paro (descuenta días de derecho). Solo durante el marco excepcional COVID no se consumió hasta el 30/09/2021; desde entonces vuelve a computar. Si el ERTE es de reducción de jornada, el consumo es proporcional al tiempo afectado (se descuentan “fracciones” de día según horas/días en ERTE).
¿Puede un trabajador negarse a un ERTE?
La respuesta directa es no. El trabajador no puede negarse de forma unilateral a ser incluido en un ERTE si este ha sido aprobado conforme a la legislación laboral vigente. El ERTE es una decisión empresarial que, una vez autorizada o comunicada a la autoridad laboral (dependiendo del tipo), tiene efectos colectivos y obligatorios para los trabajadores afectados.
El procedimiento de ERTE no requiere el consentimiento individual de cada trabajador. Esto significa que, si tu empresa ha iniciado un ERTE y tú formas parte del grupo de trabajadores incluidos, no tienes la opción legal de rechazarlo sin incurrir en consecuencias. Por lo tanto, no puedo negarme a entrar en un ERTE como tal, pero siempre depende de cómo se haya aplicado.
¿Qué sucede si me niego a entrar en un ERTE?
Negarse a aceptar un ERTE no es una opción válida legalmente, y hacerlo podría considerarse como un incumplimiento contractual grave. En casos extremos, si un trabajador se niega injustificadamente a aceptar la situación derivada del ERTE (por ejemplo, negándose a dejar de acudir al trabajo cuando su contrato está suspendido), la empresa podría tomar medidas disciplinarias, incluyendo el despido.
Además, el trabajador no puede solicitar seguir trabajando de forma individual si su contrato ha sido suspendido. La suspensión temporal es una medida colectiva, y no existe margen de actuación individual para mantenerse al margen del proceso. Por ejemplo, aquí te dejamos algunos casos de ERTE mal aplicados.
¿Qué derechos tengo como trabajador en un ERTE?
Aunque el trabajador no pueda oponerse a la aplicación de un ERTE, sí mantiene una serie de derechos que es importante conocer:
- Derecho a la prestación por desempleo: Si estás incluido en un ERTE, puedes acceder a la prestación contributiva por desempleo, aunque no hayas cotizado lo suficiente, en situaciones excepcionales como las que se vivieron durante la pandemia.
- Mantenimiento del puesto de trabajo: Una vez finalizado el ERTE, tienes derecho a reincorporarte a tu puesto en las mismas condiciones contractuales previas.
- No pérdida de antigüedad: El período en el que estás afectado por un ERTE no interrumpe tu antigüedad en la empresa.
¿Hay excepciones o posibilidades de reclamar?
Sí. Aunque no puedes negarte al ERTE como tal, sí puedes impugnarlo si consideras que ha habido irregularidades en el procedimiento o si crees que tu inclusión en él no está justificada.
Por ejemplo, si la empresa ha incluido a determinados trabajadores de forma discriminatoria o no se ha seguido el procedimiento legal establecido, los trabajadores afectados pueden presentar una reclamación ante la jurisdicción social.
Asimismo, los representantes de los trabajadores (si los hay) deben ser informados y, en algunos casos, consultados previamente al inicio del ERTE. Si la empresa no cumple con estos pasos, el ERTE podría ser declarado nulo por los tribunales. Aún así, lo normal es ser conscientes de que no puedo negarme a entrar en un ERTE.
Para concluir, negarse a entrar en un ERTE no es una opción legalmente viable para los trabajadores en España. El ERTE es una medida de carácter colectivo que forma parte de las facultades organizativas del empresario, siempre que se aplique conforme a la normativa vigente.
No obstante, si se considera que el ERTE no se ha gestionado correctamente, o si existen indicios de trato discriminatorio, sí es posible recurrir a la vía judicial. En cualquier caso, es aconsejable acudir a un abogado laboralista o a los sindicatos para recibir asesoramiento profesional adaptado a cada caso concreto.
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Complemento mi actividad profesional siendo Editor de Contenidos de temática contable, fiscal y financiera en algunos de los principales blogs de estas materias: Club de la Pyme y Sage, lo que me permite fomentar mi pasión por la escritura y formarme de manera continuada. Orientado a puestos de dirección y control de gestión, análisis y optimización de los procedimientos y recursos de la organización.
Metódico y riguroso, con un alto grado de capacidad de gestión y destreza para la negociación y toma de decisiones. Con amplia visión global de los negocios y del funcionamiento de los distintos departamentos.

