La innovación y la adaptación al cambio

Tabla de contenidos

Nuestra empresa vive en un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso. Normativa, competidores, los hábitos de consumo o la tecnología transforman las reglas de juego a un ritmo que, como empresa, debemos seguir, a base de innovación, si no quieres dejar pasar oportunidades de mercado o directamente perder a los clientes.

La necesidad de estar al día de las tendencias y de ofrecer soluciones creativas y flexibles a los clientes, son los retos que debes afrontar apoyándote de la innovación.

El cambio continuo del mercado

El cambio puede manifestarse de diversas formas, las más comunes:

Tecnología

Los avances tecnológicos, que pueden cambiar la forma en que prestamos un servicio  o las características de determinado producto. No esperemos tecnología de la Nasa, simplemente la aparición de una app, como por ejemplo, las de pedir comida a domicilio que han cambiado todo el sector de la restauración.

Normativa

Las modificaciones en la normativa, que pueden desde la noche a la mañana dejar fuera de juego a cualquier empresa. Por ejemplo, simplemente que el Ayuntamiento diga que las terrazas tienen que ser de determinado tamaño o les límite su horario, hará que un negocio tradicional como un bar vea afectada su rentabilidad.

La demanda

Los cambios en la demanda del mercado son provocados por los cambios en los hábitos y gustos de los clientes. Esto se ve claramente en las diferencias existentes entre los jóvenes menores de 30 y  los mayores de 50, que si bien ambos son clientes potenciales interesantes, no consumen de la misma forma.

La adaptación al cambio

Las empresas que reconocen estos cambios con cierta antelación pueden ajustar sus estrategias y aprovechar nuevas oportunidades. Por otro lado, aquellas que resisten al cambio o no lo ven venir con tiempo pueden encontrarse luchando simplemente por subsistir sin ser competitivas.

La adaptación al cambio implica ir moldeando nuestro modelo de negocio para tener una respuesta y una oferta competitiva en el mercado. Para ello, es conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Realizar diagnósticos y saber interpretar el escenario que rodea a tu empresa en cada momento. No te va a valer una foto fija, sino debes hacerlo de forma recurrente, porque lo que es una verdad absoluta hoy, posiblemente dentro de seis meses ya no lo sea.
  • Para dar respuesta a lo anterior, aparte de conocer muy bien nuestra empresa por dentro, deberemos conocer lo que pasa fuera y estar al día en las tendencias. Debes vigilar cómo se mueven los competidores, proveedores y clientes, así como la evolución de los cambios tecnológicos y en el marketing de tu sector.
  • Plantear acciones para actuar y responder a los cambios del entorno. La planificación de una forma o de otra debe estar en tu hoja de ruta para adaptar tu modelo de negocio a las nuevas necesidades.
  • Tener flexibilidad, entendida como la capacidad de la empresa para responder fácilmente y de manera ágil, pudiendo ejecutar lo planeado sin sufrir en exceso. Esto posiblemente implique cambiar procesos y formar personas, de forma que el funcionamiento de la empresa afronte los cambios con facilidad.

La innovación como solución

La innovación suele ser una de las soluciones para poder mantener, ya no decimos aumentar, la posición competitiva en el mercado en un entorno tan cambiante.

Por innovación el autónomo o la pequeña empresa no debe entender aplicar grandes avances tecnológicos que requieran de gran inversión, sino simplemente hacer algo que no se estuviera aplicando en su sector que genere una ventaja competitiva aunque sea momentánea.

La innovación no solo implica seguir las tendencias, sino también encontrar formas creativas de abordar los retos que te plantea los cambios del mercado y satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes.

En este sentido, una de las claves es la flexibilidad en la oferta de productos y servicios, así como responder a la demanda de personalización y adaptabilidad del mercado. Para innovar en una pequeña empresa la clave radica en comprender a fondo las necesidades y deseos de los clientes, pero sin hacerles caso del todo, porque un cliente siempre querrá un mejor producto o más barato, e innovar debe permitirte desarrollar soluciones que realmente marquen la diferencia.

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *